"No soy un perfecto inutil, por lo menos sirvo de mal ejemplo"

domingo, 17 de junio de 2012

Para Laura

Si nada importa, nada tiene significado. Yo no creo en eso. Yo creo que todo importa, ergo, todo tiene significado. Estaremos en contacto, mantén tu cabina bien presurizada.

viernes, 1 de junio de 2012

Ver la ruina de lejos y desear no sentir nada

   Parece que emigro, me voy a Holanda este mes o al menos es mi intención; siempre digo estas cosas por aquello de que cualquier cosa puede pasar. Hace meses tenía miedo de lo que está por venir y mira tú por donde ahora tengo miedo de lo que dejo atrás. Es más que posible que una vez me haya ido (igual un poco antes) la más absoluta ruina se trague a este país, dicho así suena impersonal si  no fuera porque sobre su suelo viven millones de personas, algunas de ellas familiares y amigos. Ahora mismo no me importaría pasar a la historia como magnicida si con ello pudiese salvar a toda esta pobre gente de la iniquidad de sus propios compatriotas, desangrarlos en público para aleccionar a las generaciones futuras, llenar de cabezas corruptas las carreteras de toda la piel de toro en una orgía vengativa y profiláctica, pero me temo que la realidad no funciona así y que al final serán los de siempre los que tendrán que amontonar su miseria allí donde les quepa porque va a haber mucha. Espero que no lleguemos a un escenario Madmaxiano que me obligue a volver para al menos morir con la conciencia tranquila. Por cierto, son dos cosas distintas, conciencia tranquila y conciencia limpia no son la misma cosa, si me equivoco pregunta a los que nos están llevando a la mierda.

lunes, 7 de mayo de 2012

Cazadores-recolectores

   Es verdad que no contaban con papel higiénico para después de dejar el lastre, ni con el resto de comodidades que nos hacen la vida más fácil, pero por contra y teniendo en cuenta lo tedioso de la vida media de cualquier occidentaloide, felices ellos que paternos campos con sus hachas de piedra cortaban sin rendir a la usura vasallaje. No digo yo que volvamos a un estilo de vida en el que echaríamos de menos enseguida el champú y la pasta de dientes pero ¿Es esta vida sedentaria e inane, que nos vuelve perezosos y quejicas algo mejor que aquello? Las ciudades, pueblos, villas, villorrios o agrupaciones de casas son en cierto modo un campo gravitatorio, dependiendo de su tamaño cuesta más o menos alcanzar la velocidad de fuga para escapar de su influencia y una vez que somos puntos en movimiento nos damos cuenta de que nuestra antigua capacidad de supervivencia está, en el mejor de los casos muerta.
   El recurso más escaso es a su vez el más valioso, el agua en el desierto, el aire en una cápsula espacial, el ibuprofeno en los días de resaca; en estos tiempos de crisis es el dinero, que siempre tuvo relevancia, pero ahora lo es más por su carencia. Es cuando nos damos cuenta de que nuestra fruta crece en los supermercados, y también todo lo demás, y sin dinero no puedes cazar ni recolectar en el Carrefurcia, ni en ningún otro lado. El dinero ha sustituido todas esas capacidades de autosuficiencia que hasta hace no demasiado se daban por supuestas: cualquier bachiller es capaz de derivar integrales, pero no tiene ni puta idea de como hacer pan. Y no digamos de como llevar su vida adelante en el espacio exterior, el que está fuera de su comunidad, allí donde los supermercados son seres mitológicos y la PlayStation una radio para hablar con Dios.
   Estoy desvariando, lo se, son simples reflexiones sobre nuestro modo de vida que aun estando lejos de ser perfecto, encuentra defensores acérrimos en todos los sofás del planeta. Observo pasmado como todo el mundo en Futbolistán, o casi, de pronto se ha quedado paralizado como los conejos al borde de una carretera cuando los faros de un coche los hipnotiza, sin capacidad de reacción, sin dinero para cazar y recolectar, y sin posibilidad de dar marcha atrás o cambiar de rumbo ya que, hemos entregado casi todo en manos de los demás, esos que están esperando a su vez algo de nosotros. Esa especialización asesina que nos vuelve esclavos de nuestro campo gravitatorio particular. 

miércoles, 25 de abril de 2012

Futbolistán

   ¿Qué pasa con los futbolistaníes? ¿Ya no corre la sangre del Capitán Alatriste por sus venas? ¿Se fue todo el ardor guerrero a través del mando de la Playstation 3? ¿Cuántos años de miseria les son necesarios para sentirse aludidos por la realidad? ¿Es tan poderoso el influjo de la tortilla con chorizo que les paraliza la voluntad? ¿Les gusta a los futbolistaníes los gobiernos que los tratan como una puta mierda? ¿Y si empiezan a morirse por miles debido a enfermedades erradicadas que rebrotan, harán algo para hacerse valer? ¿Volveremos a ver futbolistaníes bragados con las piernas en forma de arco por falta de calcio durante la infancia? ¿Será posible que una choni llegue a ser primera dama de Futbolistán? ¿Responderemos a la mofa, befa y escarnio de los países colindantes con aquello de que en Futbolistán hubo un tiempo en que no se ponía el sol? ¿Cuánta gente recibe herencia en Futbolistán? ¿Se consideran futbolistaníes todos los futbolistaníes o volveremos a las bombas lapa para que quede claro que aun hay diferencias? ¿Hay futbolistaníes a los que lo único que les importa es la pela mientras hay otros a los que lo único que les preocupa es si la Mahou está bien fresquita? ¿Cuántas temporadas de futbolistaníes en el mundo nos quedan por ver? ¿Va camino Futbolistán de convertirse en una sucursal del Deutsche Bank? ¿Habrá recortes en la lista de los reyes godos? ¿Volverán las boinas en tu balcón sus nidos a colgar? ¿Se descubrirá que en Atapuerca cayó el último futbolistaní que prefirió morir de pie a vivir siempre arrodillado? Estos misterios insondables y otros más de su agrado podrán seguirlos el domingo por la noche en Estudio Estadio.

jueves, 19 de abril de 2012

Nasío libre

   ¡ESTE ES MI BLÓ, PUEDE QUE HAIGA OTROS MUCHOS PERO ESTE ES EL MIO! ¿Queda clarito?
Y como venga algún Blogocop de esos que pululan por ahí a recordarme que estoy incumpliendo las tres leyes de la Blogótica que vaya preparando sus Gluteus Maximus para una patada épico-cósmica porque se la pienso propinar ipso facto a golpe de click y desterrarlo y excomulgarlo por siempre jamás de estos mis dominios, por donde campeo por mis respetos cual señor feudal. He dicho.
   Y es que hay por ahí mucho gañán suelto que recorre la blogosfera con las tablas de la ley a cuestas para restregarte  por la cara que eres un hereje o un sieso, así por las buenas. Y yo me pregunto ¡Pero bueno! ¿A esta gente qué le pasa? Pongamos por caso uno que se leyó de cabo a rabo el blog de un señor de Murcia (todo un clásico) que tiene a bien desde hace años escribir entradas sobre curiosidades históricas, como coletilla, universales. Pues va uno y le dice que se ha leido enterito todo el blog y que le parece una mierda, que él es lisensiado en Historia y que qué es esto, que un poquito de por favor.  
   Solo puedo imaginar la cara de pánfilo que se le debió quedar al señor de Murcia al verse pitoneado de esa manera tan torticera por un perfesto desconocido que se parapeta tras su puto mac de los cojones como un francotirador oportunista, y digo mac  porque seguro que un pc con guindous debe ser como un portal dimensional extraterrestre para él, sin saber que pecado virtual ha cometido para ser diana de tan furibundo y desproporcionado ataque. 
   A ver quien es el guapo barra guapa que se atreve a venir por aquí proyectando sus limitaciones, a ver quien se atreve  a  intentar condicionarme la psique cual perro de Pavlov, a ver quien tiene las agallas de asaltar este bastión de libertá al grito de Banzai, a ver quien se atreve a hacer mofa, befa o escarnio de mi derecho a decir gilipolleces. Todavía no se como se hace porque soy un poco vaguete con esto de la tecnolejía pero en cuanto lo averigüe en Google lo baneo (Me encanta banear, es superdemocrático).

Nota: los conceptos "Blogocop" y "Blogótica" hasta donde yo se me los he inventado yo sin recurrir a naide y en mi infinita misericordia y generosidad se los entrego al mundo bajo licencia Creative Commons

viernes, 13 de abril de 2012

New York New York

   Suenan los acordes de un gran tema musical, mi tocayo de Las Vegas, en estado de gracia, transforma una mañana anodina en un paseo por Broadway y esa es toda la relación que tienen estos párrafos con el título. ¿Por qué? ¿Y por qué no? ¡Qué manía con buscarle los tres pies al gato! Con lo a gusto que está con cuatro ¿O no? Así, de un mandoble, envío la coherencia a ese lugar maloliente al que vamos todos alguna vez, siempre por deseo expreso de alguien con quien estamos mal avenidos, y sigo adelante mi intrépido viaje a ninguna parte.
   Esto viene sencillamente porque la presión de mis seguidores me obliga a escribir al menos una vez a la semana y ya llevo una de retraso, aun a sabiendas de que he dejado claro desde el principio que estoy convencido de que no tengo nada que decir. Pero ¿A quién le importa eso? Únicamente quieren emociones intensas, a cualquier precio. Si tienes que caer en el alcoholismo como Bukowski pues te autofornicas (te jodes en español. Nota del traductor) o vas ahorrando para ponerte un tabique nasal de platino como Sinatra, pero escribes.
   Así son las cosas por aquí, cruentas y dolorosas, no caben lamentos ni lágrimas, parece que te miran diciendo: camina cabrón hasta que revientes. Y claro, ellos pagan. Ya no hay una relación sincera entre ambas partes y hete ahí el problema: todo está corrupto y pervertido. Nada tiene ya sentido. Soy un chapero de las letras, un mono en busca circo, un poeta terrible y un enfant maldito, soy todo eso y más, pero mientras me quejo, escribo.
   Y ya empezando el cuarto párrafo mi sonrisa regresa porque todo está acabando, el sin sentido ha vencido y tengo otra semana por delante para hacer el vago esperando que las díscolas musas se dignen a cagar en el alféizar de mi ventana. En caso de no hacerlo siempre podré recurrir al plagio, al robo, a la evasión de impuestos y su posterior amnistía; a la tortilla de patatas con chorizo a las doce y media de la noche para que me provoque pesadillas o simplemente como ahora, a la incoherencia. Nos vemos.
 

miércoles, 28 de marzo de 2012

Propósito

   La principal razón por la cual nunca me interesó escribir a través de un medio como lo es un blog es que no tengo nada que contar. Esto en sí mismo es un cliché, pero es cierto. Escribo hace mucho, antes en papel, ahora sobre nubes de electrones y siempre me pregunté por el propósito de querer escribir. Con mayor o menor acierto, impulsivamente o con premeditación, de manera regular u ocasional, siempre he escrito. Por lo tanto, si por un lado estoy convencido de no tener nada que contar y por otro siento esa necesidad y, válgame la modestia, no se me da del todo mal ¿Cuál es el propósito?
   Hay una diferencia básica entre garabatear en un cuadernillo condenado a perpetua en un cajón de cualquier escritorio y un medio de acceso masivo (se permiten las risas) como un blog: el primero no va a leerlo ni el tato y el segundo tampoco, pero es susceptible de serlo. La escritura personal a menudo no es más que un rosario de duelos y quebrantos, lagrimeo postadolescente sobre el desamor y la soledad; uno se cree un poeta maldito nacido para renovar la literatura y dejar para siempre su nombre en los mármoles. Si esa escritura solipsista llega a manos de alguien, suele causar reacciones que van desde la complicidad cursi hasta la incómoda necesidad de ser hipócrita y no perder una amistad. El tiempo pasa y a menudo la necesidad de escribir cesa, en otros casos se mantiene y busca su propósito.
   A no ser que el escritor barra escritora en ciernes sea una bestia corrupia, un titán de las palabras, el camino suele presentarse largo, lleno de correcciones y momentos amargos, tanto como de pequeños logros. Pese a todo se va avanzando, se va dilucidando un estilo, una temática preferida, unos intereses cada vez menos vagos. La vida misma es una forja que va templando la mente a base de golpes y baños fríos. En conjunto y con la perspectiva del tiempo uno se da cuenta de quien era y quien es, de como escribía y como escribe, pero al menos en mi caso sigo preguntándome para qué.
   El por qué nunca lo averiguaré; igual tiene que ver con el Karma o con el Feng Shui, con la providencia o la genética, "not a clue", tampoco es lo importante porque cada segundo que pasa uno se aleja más de ese por qué, si es que existe, pero también se aleja de la posibilidad de averiguar para qué, que es lo importante, y he ahí la prisa por dilucidar el propósito, saber que se está comprando el billete del tren correcto. De momento lo único que sé es que debo seguir mejorando mis habilidades, seguir indagando, hacer el trabajo del detective y hurgar hasta sacar el moco molesto que no me deja respirar.